lunes, 16 de marzo de 2020

¡Bienvenidos!

En tiempos del Covid-19 les traemos esta reflexión:

Cierta vez, le pregunté a Ramesh, uno de mis maestros de la India:
- Por qué existen personas que salen fácilmente de los problemas más complicados, mientras que otras sufren por problemas muy pequeños, muriendo ahogadas en un vaso de agua? 
El simplemente sonrió y me contó esta historia…
“Era un sujeto que vivió amorosamente toda su vida.
Cuando murió, todo el mundo dijo que se iría al cielo.
Un hombre bondadoso como él solamente podría ir al Paraíso.
Ir al cielo no era tan importante para aquel hombre, pero igual el fue para allá. En esa época, el cielo todavía no había tenido un programa de calidad total. La recepción no funcionaba muy bien.
La chica que lo recibió dio una mirada rápida a las fichas que tenía sobre el mostrador, y como no vio el nombre de él en la lista, lo orientó para ir al Infierno.
Ya sabe como es el Infierno, nadie exige credencial o invitación, cualquiera que llega es invitado a entrar.  El sujeto llegó y se quedó.
Algunos días después, Lucifer llegó furioso a las puertas del Paraíso para pedirle explicaciones a San Pedro:
- ¡Esto es sabotaje! Nunca imaginé que fuese capaz de una bajeza semejante.  Eso que Ud. está haciendo es puro terrorismo!
Sin saber el motivo de tanta furia, San Pedro preguntó, sorprendido, de qué se trataba.
Lucifer, trastornado, gritó: 
- Ud. mandó a ese sujeto al Infierno y está haciendo un verdadero desastre. Llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas. Ahora, está todo el mundo dialogando, abrazándose, besándose. El Infierno está insoportable, ¡parece el Paraíso!
Y entonces le rogó:
- ¡Pedro, por favor, agarre a ese sujeto y tráigalo para acá!”
Cuando Ramesh terminó de contar esta historia me miró cariñosamente y dijo:
- Vive con tanto amor en el corazón, que si por error, fueses a parar el Infierno, el propio demonio te lleve de vuelta al Paraíso.




Recordemos que las crisis pueden tener un poder sanador según como lo miremos; además a las crisis no las podemos elegir, pero sí podemos elegir la forma de afrontarlo.

2 comentarios:

  1. gracias por la reflexion me encanto muchas gracias por la invitacion a estas advertencias yo me estoy cuidando mucho y tengo fe en dios

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    1. Buenos días Valerie, gracias a ti por aceptar nuestra invitación y compartir con nosotros tus sentimientos. En esta situación la fe y el autocuidado es lo más importante.

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